El propósito, entre otros, de trump para el 2025: intervenir en méxico

Esta vez las amenazas de Donald Trump, pueden si no volverse realidad, sí acercarse a esta. Es de esperar que la mayoría de los mexicanos duden de esta afirmación, sin embargo las políticas de no intervencionismo no son cosa que los E. E. U. U., se tomen con seriedad; igual que para unos pocos que pronto seremos los más, los discursos de nuestra Presidenta, Claudia Sheinbaum.

Estados Unidos de Norteamérica ha desempeñado en la historia, en especial después de la Segunda Guerra Mundial, el papel de invasor, constituyendo así la prueba de que “desde algún tiempo”, se aleja de cuanta soberanía hacen alarde algunos países, entre estos México. Aquí no sirven las mayúsculas iniciales de Tratados, Acuerdos, Convenciones y un largo etcétera… mucho menos las discusiones ociosas desde enfoques jurídicos, filosóficos… las pruebas las tenemos a la vista y nos las ofrece la historia, solo hay que ir a ella. En Hegemonía o supervivencia, Noam Chomsky da cuenta del cómo la intervención de este en países de Latinoamérica siempre ha ocurrido sin motivos de peso, y como esto ha sido la marca distintiva en todo tipo de prohibiciones y bloqueos a ene países, en circunstancias creadas expresamente para estas; a nada de la palabra desastre. Y en efecto, el poder económico, la influencia que ejerce a nivel mundial en cualquier área del conocimiento, mandan al mundo a un lugar donde el estado de guerra campea a sus anchas. Los países del mundo que son vulnerables en la sima, Estados Unidos de Norteamérica en la cima. Decir que no dije esto como halago es una obviedad, lo aclaro porque estamos obligados a afrontar la vida dotados de una visión realista, ¿qué más realidad que la que tiene sus registros en la historia? Dentro de la obra citada de Chomsky hay una “anécdota” contada por un periodista que hace alusión a las intervenciones cruentas en países como Bolivia, Argentina, República Dominicana, Ecuador, etc, que se dieron a mitad del siglo pasado. En esta se narra un suceso por demás esclarecedor: alguien de la Casa Blanca debe creer en los dioses aztecas, porque si no fuera así, no serían tantos los baños de sangre. En oposición a los planteamientos de Chomsky, Aritz Obregón Fernández expone desde una perspectiva muy académica, la puesta en práctica de la doctrina que invoca Trump: Unwiling or Unable, y que asegura, echará a andar luego de que tome protesta el próximo veinte de enero. A propósito de la disertación de este investigador, suenan imposibles sus razonamientos, estos se vuelven débiles teniendo de frente los hechos arrasadores, no cuenta la lengua larga de Trump. A este catedrático parecen olvidársele las argucias que juristas y no juristas gringos echan mano con tal de imponerse, de obtener ganancias y de hacer la guerra. se hacen valen Por otro lado, aunque un poco de lo mismo, tenemos el gobierno de Sheinbaum. No andarse por las ramas debería ser una máxima cuando se habla de la política y los políticos: este gobierno de la 4T está caracterizado por un lenguaje suave que recuerda el dicho ese de dar atole con el dedo. Ni somos un país libre, ni somos soberanos, ni somos independientes. Si a esto le agregamos las crisis de credibilidad que arrastra el gobierno de Sheinbaum, no veo ahora mismo porqué no vernos en un futuro en manos de Estados Unidos de Norteamérica. Igual que el de Trump, el discurso de Claudia entra un poco en terrenos fantasiosos; lo malo es que Trump lidera un país que todavía tiene poder y sabe usarlo de la peor manera.

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